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emoción

"La emoción es la fuente principal de todo devenir consciente. No puede haber transformación de la oscuridad en luz y de la apatía en movimiento sin emoción". Carl Jung

Alma es al nombre que le damos al conjunto de sensaciones, sentimientos y pensamientos que experimenta un ser al moverse: sus emociones. Dice Aristóteles: “el alma es, en sentido primordial, aquello por lo cual vivimos, percibimos y pensamos.” Las emociones son, en esencia, impulsos que nos llevan a actuar, programas de reacción automática con los que nos ha dotado la evolución.

movimiento
sensaciónactuaciónvirtud
apetitos afectos deseos pasiones
buscar usar acercarse deber dulzura
hábito memoria ambición posesión gracia
expresar imitar sufrimiento gozo ocio
curiosidad admirar egoísmo entrega gloria
coherencia conocer alejarse poder belleza
tirar tomar apego astucia gobierno
temor audacia acción
vergüenza orgullo intuición
esperanza esfuerzo plenitud
agitación creencia júbilo
incertidumbre certeza paz
detención opinión realización
odio ira razón
amor euforia producción
deseo pasión valor
justicia
bondad
amistad
prudencia
templanza
reposo

El éxito o el fracaso al que nos arrastra una emoción depende de la ocasión, la duración y la intensidad. Podemos clasificar las emociones como equilibradas o desequilibradas. Las emociones equilibradas son las que generan actos acordes a la ocasión, la duración y la intensidad. Las emociones desequilibradas fallan por falta de ocasión, de duración y de intensidad. Por ejemplo el enojo: en equilibrio se expresa de forma adecuada a la situación que lo provoca; en desequilibrio se expresa o en exceso, que lleva a la violencia o por carencia, que lleva a la humillación. El Oráculo del Alma te lleva al conocimiento de las emociones, a la integración del ser. Y de este modo sentir la felicidad que emana de los actos más bellos del ser humano.

En el alma bienestar y malestar están relacionados con las sensaciones del cuerpo. Alegrías y tristezas son estados relacionados con las actuaciones de la persona. Felicidad e infelicidad son estados relacionados con el ejercicio de la virtud.


sensacionesllevan al bienestar o malestar apetitos
afectos
actuacionesllevan a alegrías o tristezas deseos
pasiones
virtudes llevan a la felicidad o a la infelicidadautoconciencia

Sensación

La sensación es la impresión que las cosas producen en el alma por medio de los sentidos. También, la motivación para el acto en su forma más simple. En las sensaciones está expresado nuestro programa básico emocional que se corresponde con nuestras necesidades de supervivencia.

Las facultades del cuerpo pueden diferenciarse en apetitos y afectos. Como nos impulsamos a los objetos que necesitamos y como los objetos necesariamente nos afectan. Si el cuerpo recibe lo que necesita se sentirá bienestar, mientras que, si no lo recibe, se sentirá malestar.

La primera sensación es el apetito, el hambre nos lleva a buscar. Esta búsqueda tiene su correlato a nivel psicológico en las cosas que emprendemos como personas, en cada comienzo.

Actuación

En nuestras actuaciones a veces cometemos excesos, a veces, no nos alcanza. Los deseos y las pasiones nos deparan actuaciones que nos llevan a experimentar alegrías y tristezas, éxitos y fracasos. Los deseos revelan nuestras carencias mientras las pasiones, los excesos.

Virtud

Finalmente encontramos en el alma las virtudes. Las virtudes nos diferencian del resto de los animales. Por medio de las virtudes podemos actuar en armonía con el movimiento del espíritu. Los actos virtuosos trascienden el bien personal para alcanzar el bien general. En la medida en que podamos ejecutar actos virtuosos exitosos alcanzaremos la felicidad. Por el contrario ciertos actos nos pueden alejar de las virtudes, esto será motivo de infelicidad.

Así como el recién nacido lo primero que busca es el alimento, el alma también necesita nutrirse. Esta es la motivación primaria que se desarrollará a lo largo de la vida. Estamos sujetos a buscar, a comenzar. Luego hay que tener la capacidad para tomar lo que se encontró. Lo que se tomó hay que asimilarlo, hay que poder usar la energía que nos dan los alimentos. Finalmente hay que tirar lo que no sirve. La acción de estas cuatro sensaciones son el fundamento nutricio del alma. El alma necesita construir una imagen del entorno, para lograrlo dispone de la capacidad de conocer y recordar. De formar hábitos y dotar de sentido, es decir, darle coherencia a la información que recibe. Estas cuatro sensaciones son el fundamento referencial del alma . Finalmente están las cuatro sensaciones que son el fundamento del aprendizaje. Estas son por el lado de las capacidades, imitar y admirar, y, por el lado de los apetitos la curiosidad y el expresar.

Las actuaciones son los actos de la persona. El término persona proviene del latín y significa: “máscara de actor”. Alegría y tristeza son las máscaras que simbolizan el teatro. La vida social es el escenario donde actúan las almas. Según lo requiera la circunstancia, a veces, es propicia una actuación enérgica; a veces, el éxito se alcanza cuando se obtiene lo que a uno le falta. Esto provoca alegría en el alma. Otras veces, tanto una actuación desmedida como una actuación débil pueden ser causa de tristeza. Cuatro actos fundamentan la relación entre las personas: acercarse y alejarse manifiestan la intención, poder y deber justifican el acto.

Seis emociones son el eje de la actuación: pasión y deseo, certeza e incertidumbre, gozo y sufrimiento. Entre la posesión y la entrega se encuentra el gozo. A cada lado del sufrimiento se encuentran la ambición y el egoísmo. A ambos lados de la certeza se ubican la opinión y la creencia. Entre la agitación y la detención se encuentra la incertidumbre. Cuando la pasión se desvía aparecen la ira y la euforia . Amor y odio son desviaciones del deseo.

Dijo Aristóteles: “la virtud moral involucra a las pasiones y a los actos del hombre, y es en nuestros actos y en nuestras pasiones donde se producen ora el exceso, ora el defecto, ora el justo medio.][En los sentimientos de placer y dolor, se encuentran el más y el menos, y ninguno de estos sentimientos contrarios son buenos. Pero el medio, y la perfección que sólo se encuentra en la virtud, consiste en saber ponerlos a prueba como conviene, según las circunstancias, según las cosas, según las personas, según la causa, y sabiendo mantener en ellas la verdadera medida. Para las pasiones y los actos el exceso en abundancia es una falla; el exceso en carencia es asimismo censurable; solamente el término medio es digno de alabanza, porque sólo él se encuentra en la exacta y justa medida, y esas dos condiciones constituyen el privilegio de la virtud. De modo tal que la virtud es una especie de medio, ya que el medio es el fin que ella busca constantemente.” La virtud se alcanza mediante el aprendizaje y el hábito. Los actos virtuosos son el resultado de la transformación del alma, de animal a espiritual. En la virtud expresa el ser humano el conjunto de reglas morales con que cuenta. El resultado del ejercicio de la virtud es la sabiduría. En los actos virtuosos se manifiesta lo mejor de la vida. Y nos permite alcanzar la felicidad. Las virtudes del ser son la acción y la producción. Intuición y razón son virtudes del “ser humano”. Las máximas virtudes son la plenitud y la realización. Júbilo y paz son sentimientos de comunión con el espíritu. La pasión alcanza su virtud mediante la prudencia y la templanza. El deseo alcanza su virtud mediante la gracia y la dulzura.

No encontramos una expresión facial para cada emoción, sino una variedad de expresiones relacionadas pero visualmente diferentes. Por ejemplo, cuando miramos la emoción orgullo encontramos formas diferentes que comparten ciertas propiedades comunes. Tenemos muchos términos para orgullo, como soberbia, altivez, endiosamiento, engreimiento, ínfulas, vanidad, pedantería, presunción, arrogancia, petulancia y soberbia. El orgullo sería una emoción pura y el resto, que llamamos sinónimos, surgen de la mezcla con alguna otra emoción. Por ejemplo: orgullo mezclado con euforia da pedantería; orgullo mezclado con ira da arrogancia, orgullo mezclado con creencia da engreimiento, orgullo mezclado con egoísmo da vanidad, el orgullo mezclado con entusiasmo da altivez, etc.