Buscar
Cada búsqueda es un comienzo.
La primera sensación es el hambre, el hambre nos lleva a buscar. Buscar pertenece a la familia de los apetitos. Dice Aristóteles: una sola cosa es la que mueve: el apetito.
Luego hay que tener la capacidad para tomar lo que se encontró. Lo que se tomó hay que asimilarlo, hay que usar la energía que nos dan los nutrientes. Finalmente hay que tirar lo que ya no es útil. En el Mandala de las Emociones la acción de estas cuatro sensaciones son el fundamento nutricio del alma. En el alma bienestar y malestar están relacionados con las sensaciones del cuerpo.
Las sensaciones tienen su correlato a nivel psicológico. Para Jung el campo psicoideo es el lugar de origen de lo psíquico y lo físico. La psique y la materia están contenidas en el mismo mundo, es decir, son aspectos distintos de una y la misma cosa.
Cuando el buscar lleva al bienestar:
El comienzo de algo es un tiempo muy delicado.
Quien necesitado de algo se pone a buscarlo, seguro que lo encuentra.
Hay que buscar caminos que no hayan sido transitados antes.
Se busca en la felicidad y se encuentra en el sufrimiento.
En cada búsqueda apasionada, la búsqueda cuenta más que el objeto perseguido.
No es la posesión de la verdad, sino el éxito que llega luego de la búsqueda, donde el buscador se enriquece con ella.
La búsqueda de dios es una ocupación inútil, pues no hay nada que buscar donde nada existe. A los dioses no se les busca, se les crea.
La gente que busca problemas tienden a encontrar más de los que buscan.
Busca respeto, no atención.
El hombre necio busca la felicidad en la distancia, el sabio la crece bajo sus pies.
Buscar lo que se está preparado para hacer y encontrar una oportunidad para hacerlo, es la clave de la felicidad.
No tienes que buscar hoy todos los placeres, sino que tienes que buscar todos los placeres de hoy.
Que nadie sea lento para buscar la sabiduría cuando es joven ni se canse en la búsqueda de ella cuando haya envejecido.
El que busca las perlas debe sumergirse profundo.
Todo comienzo tiene su encanto.
La búsqueda más noble es la búsqueda de la excelencia.
La intuición le dirá a la mente pensante dónde buscar lo siguiente.
La única alegría en el mundo es comenzar. Es hermoso vivir porque vivir es comenzar, siempre, a cada instante.
No hay alivio más grande que comenzar a ser lo que se es.
Lo importante no es lo que se busca, sino los hechos que se desencadenan a partir de la búsqueda.
Buscando el bien de nuestros semejantes encontramos el nuestro.
No tengas prisa en buscar nuevos amigos, pero una vez encontrados no tengas prisa en deshacerte de ellos.
Buscar es el principio de toda sabiduría.
Se puede comenzar nuevamente en cualquier momento que uno elija, no existe eso que llaman fracaso.
Todo preguntar es una búsqueda. Todo buscar está guiado previamente por aquello que se busca.
Desde el comienzo puede asegurarse el fin.
Cuando el buscar lleva al malestar:
Muchas personas que buscan nuevos comienzos no han terminado con su pasado.
Uno busca admirar algo, pero eso es algo que sucede simplemente.
Buscar algo cuando uno no sabe qué está buscando es muy complicado.
Los buscadores de oro cavan mucho y encuentran poco.
¡Cuántas gentes hay que, como los perros, parecen buscar un dueño!
El valor espera, el miedo va a buscar.
Las mentes de los humanos suelen ser muy creativas en esto de buscar causas a la vergüenza.
En momentos de dolor, buscamos venganza.
Viviré para buscarte y cruzaré el dolor para adorarte.
A veces, cuando se busca algo desesperadamente, lo único que se alcanza a ver es eso. Y entonces te pierdes el resto de cosas que suceden alrededor.
Hay que buscar la verdad y no aferrarse con ciega obstinación al propio criterio.
La felicidad es una cualidad evasiva. Si la buscas, no la encuentras.
Quien no encuentra satisfacción en sí mismo la buscará en vano en otras partes.
No busques la suerte, y te saldrá al paso.
Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.
La forma de empezar es dejar de hablar y empezar a hacerlo.
Déjese de buscar senderos peligrosos, pues por el camino real de la virtud se puede llegar a la cumbre de la grandeza humana.
Las frases de este artículo se encuentran distribuidas a lo largo del Oráculo del Alma.
Autor: Adrián Casasnovas ©