Admirar
Por naturaleza uno necesita comprender lo que le rodea. Una de las capacidades innatas de que disponemos para lograrlo es la admiración. Al respecto señaló Aristóteles: el comienzo de todos los saberes es la admiración ante el hecho de que las cosas sean lo que son Por admiración se ha comenzado a filosofar, ahora como antes; al principio admirados ante las cosas más comunes, luego por asuntos de vasto alcance.
En el Mandala de las Emociones el complemento de la admiración es la curiosidad. En el alma bienestar y malestar están relacionados con las sensaciones del cuerpo.
Cuando la admiración lleva al bienestar:
Nada es más digno de admiración que el saber aceptar e imitar las virtudes de los demás.
La admiración cesa donde comienza el conocimiento.
La sorpresa es la emoción más corta, porque tenemos que estar sorprendidos hasta que sabemos de qué lo estamos.
La distancia es una gran promotora de la admiración.
Es admirable cualquier persona que siga el camino menos transitado.
Las alegrías súbitas, como las penas, al principio desconciertan.
Cuando una experiencia es tan poderosa que nos motiva a cambiar las pautas de nuestra vida, la llamamos revelación.
Es la ignorancia sobre las cosas lo que crea nuestra admiración y lo que emociona a nuestras pasiones.
Nada inspira más veneración y asombro que alguien que pueda cambiar de opinión.
Gustan mucho las revelaciones diferidas. Se necesitan varias horas para comprender la verdad de una sensación.
Las cosas más simples son las más complicadas, por mucho que ello nos asombre.
Es muy placentero ganarse la admiración de otros, pero es mucho mejor el sentimiento de admirarse a uno mismo.
Lo maravilloso comienza a serlo de manera inequívoca cuando surge de una inesperada alteración de la realidad.
El regalo de la admiración es indispensable si se quiere alcanzar algo.
Muy propio del artista es este sentimiento del admirarse, pues el arte no tiene otro origen que este. El arte debe tomar a la realidad por sorpresa.
La irregularidad, es decir, lo inesperado, la sorpresa o el estupor son elementos esenciales y característicos de la belleza.
Un líder es alguien que podemos admirar sin excusas.
Cada día esconde una nueva revelación o un nuevo descubrimiento que se puede obtener de la intuición.
trata de convertirte en lo que admiras, y serás pagado con originalidad.
Hay que ver el mundo con asombro para vivir plenamente.
La paz es la alegría de lo bueno, la maravilla de los sabios, el asombro de los dioses.
Siempre me asombro de mí mismo. Es lo único que hace la vida digna de ser vivida.
La sorpresa es el móvil de cada descubrimiento.
Las mejores amistades, las más duraderas, se basan en la admiración.
Asombro: lo más elevado que puede llegar el ser humano.
Al diluirme tuve la revelación de que ese vacío está lleno de todo lo que contiene el universo.
Cuando la admiración lleva al malestar:
Que muestra susto: cara de asustado: Manifestación repentina causada por sorpresa o miedo.
La admiración puede ser tan fuerte que nos desaliente.
Idolatrar: Amar excesivamente a una persona o cosa.
Quien juega con fuego puede quemarse, pero siempre se lleva una enorme sorpresa cuando sucede.
Mientras la violencia sea considerada como mala, conservará su fascinación. Cuando sea tenida por vulgar, cesará su popularidad.
¿Cómo es posible que alguien considere como una revelación lo que no es más que su propia opinión sobre las cosas?
El culto es admiración convirtiéndose en adoración.
Cuantas cosas extravagantes ha hecho decir el afán de decir cosas nuevas.
No aceptes la admiración de tu perro como evidencia concluyente, de que eres maravilloso.
Mientras más narcisista sea, más grande será la necesidad de obtener admiración por parte de otros.
A los ídolos no hay que tocarlos: se queda el dorado en las manos.
La sorpresa constante no sorprende.
No me sorprendí demasiado; había perdido la facultad de sorprenderme. Las maravillas del mundo nunca son pocas, lo que siempre falta es la capacidad de sentir y admirar.
Se sigue casi siempre el camino abierto por otros imitando las acciones de los demás.
El valor genera, en la mente mezquina envidia, y la emulación en las grandes almas.
El que imita lo malo supera siempre al que le sirve de ejemplo. Si quieres desarraigar tus vicios, aléjate de quien te da malos ejemplos.
La mediocridad podrá definirse como una ausencia de características personales que permitan distinguir al individuo en su sociedad.
Las frases de este artículo se encuentran distribuidas a lo largo del Oráculo del Alma.
Autor: Adrián Casasnovas ©