incertidumbre

Incertidumbre

La incertidumbre refiere a la duda o perplejidad que sobre una actuación se tiene, la suspensión de la decisión para evitar alguna equivocación.

En el Mandala de las Emociones la incertidumbre está en el eje vertical de la familia de los deseos, al igual que el deseo y el sufrimiento. La incertidumbre es el medio entre la agitación y la detención. El complemento de la incertidumbre es la certeza.

Las emociones se encuentran en equilibrio o no. Esto depende del modo, la ocasión y la duración de la emoción. La incertidumbre cuando es equilibrada lleva al éxito, pero, cuando es excesiva o deficiente, lleva al fracaso.

Cuando la incertidumbre es excesiva:

Nuestras dudas son traidores que con frecuencia nos hacen perder el bien, que habríamos podido ganar, con el temor de intentarlo.

Lo que no vemos es lo que más nos obsesiona porque cuando han empezado las dudas no es fácil detenerlas.

Los más obstinados suelen ser los más equivocados, como todos los que no han aprendido a dudar.

La oportunidad queda perdida frecuentemente entre las deliberaciones.

A veces se oculta la incertidumbre con la máscara del éxito.

Causa es de perder lo seguro ir en busca de lo incierto.

El fanatismo es una sobrecompensación de la duda.

Quizás cuando nos encontramos deseando todo, es porque estamos peligrosamente cerca de no desear nada.

Cuando la incertidumbre es deficiente:

El cambio significa viajar por aguas desconocidas, y esto nos produce inseguridad. Por eso muchas personas se sienten más cómodas con los viejos problemas que con las nuevas soluciones.

El que no sabe nada no duda de nada.

No se puede ser prisionero de la indecisión, porque en ella todas las puertas permanecen abiertas.

El temor es pariente de la duda.

No te avergüences de preguntar para resolver las dudas, y meditad las respuestas que os hayan sido dadas.

De la persona que duda al que niega no hay apenas distancia.

El amor y la duda nunca han estado en buenos términos.

La primera gran virtud del hombre fue la duda, y el primer gran defecto la fe.

Aquel que duda y no investiga, se torna no solo infeliz, sino también injusto.

La costumbre de permanecer indeciso es un pesar desgraciado.

Si dudas de ti mismo, estás vencido de antemano.

Cuando la incertidumbre es equilibrada:

La vida es tan incierta, que debe aprovecharse el momento que se presenta.

Recoge mucha información, deja de lado lo que sea dudoso, repite con cautela el resto, entonces rara vez te equivocarás.

Haz muchas observaciones, deja de lado lo que sea sospechoso, y pon en práctica con cautela el resto, entonces tendrás pocas ocasiones de lamentarte.

Ante la duda tomar distancia ayuda. Cuando dudes, abstente.

ELas dudas son más interesantes que las certezas, y estaremos predispuestos a que nuestras ideas evolucionen en lugar de quedarse estancadas.

La incertidumbre en el éxito, es lo que da carácter a las grandes pasiones.

Si se empieza con certezas se acabará con dudas pero si se empieza con dudas se conseguirá acabar con certezas.

Es de importancia, para quien desee alcanzar una certeza en su investigación, el saber dudar a tiempo.

No admitas jamás cosa alguna como verdad sin haber conocido con evidencia que así era.

Duda de todo por lo menos una vez, aunque se trate de la frase: Dos por dos son cuatro.

Dejemos esclarecer por el tiempo las dudas. La fortuna conduce al puerto muchas barcas sin piloto.

Hablo, pero no puedo afirmar nada; buscaré siempre, dudaré con frecuencia y desconfiaré de mi mismo.

Ante la duda encáminate hacia la belleza.

Es la incertidumbre lo que le encanta a uno, todo se hace maravilloso en la bruma.

En la duda, se ha de confiar en el propio juicio.

Para disipar una duda, cualquiera que sea, se necesita una acción.

El futuro es incierto... pero esta incertidumbre está en el corazón mismo de la creatividad humana.

La duda es uno de los nombres de la inteligencia.

Cuando elijes a la persona correcta, no existen dudas de ninguna especie.

La duda prudente es reputada como la antorcha del sabio.

En duda, es acierto llegarse a los sabios y prudentes, que tarde o temprano topan con la ventura.

Las frases de este artículo se encuentran distribuidas a lo largo del Oráculo del Alma.

Autor: Adrián Casasnovas ©