Paz
Paz es la virtud que pone en el ánimo tranquilidad y sosiego. Quien llega al vacío extremo conserva la quietud verdadera. Mantén la paz contigo mismo para llevar paz a los demás.
El complemento de la paz es el júbilo. Las más excelsas, las más variadas y duraderas alegrías son las espirituales.
En el Mandala de las Emociones la paz pertenece a la familia de las virtudes.
El buen ejercicio de la virtud nos lleva a la felicidad, el mal ejercicio de la virtud a la pérdida de la felicidad. Esto depende del modo, la ocasión y la duración de la emoción.
Cuando la paz lleva a la felicidad:
El arma más poderosa que puedes ser, es ser un instrumento de paz.
Si hay paz en tu interior, habrá luz en tu camino.
La persecución, incluso de las mejores cosas, debe ser calmada y tranquila.
Distanciarse de toda la negatividad es una de las mejores lecciones para lograr la paz interior.
Calma en el alma... que la vida se encarga de explicar las cosas que hoy no tienen sentido.
Vive sin desear más que tranquilidad gozosa muchos años, en amistad con tus iguales.
Los grandes acontecimientos no corresponden a nuestros momentos bulliciosos, sino a nuestros momentos de tranquilidad.
El mantenimiento de la paz comienza con la autosatisfacción de cada individuo.
La paz comienza con una sonrisa.
La paz es un estado mental para el cual no es preciso meditar.
La paz no es la ausencia de guerra, es una virtud, un estado de la mente, una disposición a la benevolencia, la confianza y la justicia.
Estar en paz es celebración de la vida.
Toda la paz que encontrarás en la cima de la montaña es aquella que trajiste contigo.
Hay cierta paz en ser lo que uno es, en serlo por completo.
Las personas valientes no temen perdonar en aras de la paz.
Quien cultiva su paz interior, transmite tranquilidad al resto del mundo.
Estar tranquilo con uno mismo y con los demás es la mejor forma para sortear todo lo complicado o duro que la vida nos pone por delante.
Cuando la paz lleva a la infelicidad:
Detrás de cada conflicto, si se rasca un poco, aflora la codicia.
La paz no puede mantenerse por la fuerza. Solamente puede alcanzarse por medio del entendimiento.
El conflicto más simple es el conflicto entre la forma en que nos vemos nosotros mismos y la forma en que nos ven los demás.
Si amas la paz, entonces odiarás la injusticia, odiarás la tiranía, odiarás la codicia. Sin embargo, debes odiar estas cosas en ti, no en los demás.
Los que están en guerra con los demás no están en paz consigo mismos.
No existe amor en paz. viene acompañado de agonías, éxtasis, alegrías intensas y tristezas profundas.
Si todos exigieran paz en lugar de otro televisor, entonces habría paz.
La tranquilidad o la turbación de nuestro temperamento dependede la buena o mala organización de los pequeños acontecimientos cotidianos.
Con qué frecuencia hablamos sólo para llenar el espacio tranquilo.
Las frases de este artículo se encuentran distribuidas a lo largo del Oráculo del Alma.
Autor: Adrián Casasnovas ©