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Realización

La realización consiste en el desarrollo del potencial del propio individuo. Realizarse a sí mismo es plasmar en el mundo nuestros talentos, dones y capacidades. La grandeza del alma es un medio entre la vanidad y la vergüenza.

El complemento de la realización es la plenitud. La plenitud es el estado de una cosa o persona que ha alcanzado su momento de máxima perfección o desarrollo.

En el Mandala de las Emociones la realización pertenece a la familia de las virtudes.

El buen ejercicio de la virtud nos lleva a la felicidad, el mal ejercicio de la virtud a la pérdida de la felicidad. Esto depende del modo, la ocasión y la duración de la emoción.

Cuando la realización lleva a la felicidad:

Mereces todo aquello que te haga crecer como persona y ser feliz.

El fracaso es la clave del éxito. Cada error nos enseña algo.

En la medida en que realmente pueda llegarse a superar el pasado, esa superación consistiría en narrar lo que sucedió.

Tanto más dichoso es uno en esta vida, cuanto menos se preocupa de parecerse a los demás.

La verdadera alegría en la vida proviene de encontrar tu verdadero propósito y alinearlo con lo que haces todos los días.

El más feliz del mundo es aquel que sepa reconocer los méritos de los demás y pueda alegrarse del bien ajeno como si fuera propio.

Por la esperanza del mañana sacrificamos el hoy, sin embargo la felicidad siempre está en el ahora.

Los sueños no se hacen realidad solos. Tienes que hacerlos reales. Requiere mucho esfuerzo, no es fácil, pero tampoco imposible.

La vida es tan incierta, que la felicidad debe aprovecharse en el momento en que se presenta.

El éxito consiste en obtener lo que se desea. La felicidad, en disfrutar lo que se obtiene.

Nuestro propio deseo innato de siempre hacerlo mejor, de superar nuevos retos, de alcanzar la autorrealización.

Nunca se creó nada espléndido a sangre fría. Se requiere calor para forjar cualquier cosa. Cada gran logro es la historia de un corazón en llamas.

Lo que obtienes nunca te hará feliz; quién eres te hará muy feliz o muy triste.

Las personas toman caminos diferentes buscando su realización y felicidad. Sólo por el hecho de no estar en tu camino no significa que están perdidos.

Hay que darle un sentido a la vida por el hecho mismo de que la vida carece de sentido.

La vida feliz y dichosa es el objeto único de toda realización en la vida.

Las personas que se realizan rara vez se sientan y dejan que les sucedan cosas. Salen y les suceden cosas.

La felicidad reside en el ocio del espíritu.

No hay más que una gloria cierta, la del alma que está contenta de si.

Lograr la autorrealización, y el mundo entero está dentro de uno mismo.

La belleza de las cosas existe en el espíritu de quien las contempla.

La individuación es un proceso que implica el crecimiento de la fuerza y de la integración de la personalidad individual.

El éxito en la vida podría definirse como el crecimiento continuo de la felicidad y la realización progresiva de unas metas dignas.

Las personas creativas son las que más autoconocimiento tienen.

El ser humano solamente será feliz si utiliza todas sus capacidades y posibilidades.

Feliz no es quien ríe, sino aquel cuya alma, llena de alegría y confianza, se sobrepone y es superior a los acontecimientos.

Sentirnos realizados con nuestra vida requiere de un profundo trabajo personal. Quienes lo consiguen experimentan no solo contento sino también una profunda paz.

La felicidad es suma y compendio de lo que uno ha ido haciendo con su vida.

Ser uno mismo en un mundo que constantemente intenta hacerte otra cosa es el mayor logro.

Un gran logro no debería ser el final del camino, solo el punto de partida para el próximo salto adelante.

Cuando la realización lleva a la infelicidad:

El éxito te hace vivir en una burbuja y el fracaso finalmente te pone en tu sitio.

Cada persona contiene varias personas en su interior, y la mayoría de nosotros saltamos de uno a otra sin saber jamás quienes somos.

Los desdichados creen con facilidad aquello que ansían.

Todos intentamos vivir una vida con sentido, pero en algún punto nos detenemos.

Los sentimientos de odio a veces son sentimientos de frustración dirigidos a un ser imaginario.

Exageramos igualmente las desgracias y la felicidad; nunca somos ni tan desgraciados ni tan dichosos como se dice.

En general está por norma dispuesto a sacrificarse quien de otro modo no sabe darle un sentido a su vida.

No trabajas para ganar dinero, sino para justificar la vida.

La mayor parte de los fracasos nos viene por querer adelantar la hora de los éxitos.

Lo que obtienes nunca te hará feliz; quién eres te hará muy feliz o muy triste.

Los que renuncian son más numerosos que los que fracasan.

Las frases de este artículo se encuentran distribuidas a lo largo del Oráculo del Alma.

Autor: Adrián Casasnovas ©