temor

Temor

El temor es la aprensión de un mal. Sentimos temor por los males de toda clase; la pobreza, el abandono, el deshonor, la enfermedad, la muerte. Los peligros pueden temerse con más o menos justificación, así como se puede temer indistintamente como muy graves los que no son temibles realmente. Estas disímiles faltas deberán originarse de ya sea que se teme lo que no debe temerse, o de que se teme de distinta forma de como debería temerse.

En el Mandala de las Emociones el temor pertenece a la familia de los deseos. El temor y la vergüenza son dos hermanos con caminos antagónicos en cuanto a la opinión de los demás. El temor de dar de sí una mala opinión o la humillación por una falta cometida. La contracara del temor es la audacia. En este caso la audacia se origina por la acumulación del temor. El que peca por exceso de seguridad en presencia de verdaderos peligros se le denomina temerario.

Las emociones se encuentran en equilibrio o no. Esto depende del modo, la ocasión y la duración de la emoción. El temor cuando es equilibrado lleva al éxito, pero, cuando es excesivo o deficiente, lleva al fracaso.

Cuando el temor es excesivo:

Quien se quema con leche cuando ve una vaca, llora.

No hay nada que avive más el amor, como el temor de perder al ser amado.

No hace falta conocer el peligro para tener miedo; de hecho, los peligros desconocidos son los que inspiran más temor.

El temor de las cosas invisibles es la semilla natural de lo que cada uno llama para sí mismo religión.

A veces el temerario tiene más rasgos de ser un bravucón y un hipócrita que aparenta valor.

Mostrarse asustado sin motivo aparente es dar a conocer que se tiene razón de temer.

Cuando el temor es deficiente:

No conviene hablar del pudor como una virtud. Se define como el miedo de dar de sí una mala opinión.

El dinero se adquiere con trabajo, se guarda con temor y se pierde con gravísimo dolor.

El valiente tiene miedo del contrario; el cobarde, de su propio temor.

Cuando el temor es equilibrado:

La ventaja que sacarás de la filosofía será hacer sin que te lo manden, lo que otros harán por temor a las leyes.

Es un hombre digno de estimación aquél que teme el deshonor.

Rompe tus cadenas y desecha de ti todo temor y todo despecho.

Ser feliz significa poder percibirse a sí mismo sin temor.

La serenidad es el gran y verdadero antídoto contra la angustia y el temor

Haz que tus familiares te reverencien más que te teman, pues el amor sigue a la reverencia, más el temor al odio.

El temor empieza toda sabiduría, y quien no tiene temor, no puede saber.

Quien es valiente es inalterable, pero referido a que es humano, eso no quiere decir que no sienta temor ante los peligros que la persona prudente debe temer.

Las frases de este artículo se encuentran distribuidas a lo largo del Oráculo del Alma.

Autor: Adrián Casasnovas ©