valor

Valor

El valor es la cualidad del ánimo que mueve a acometer resueltamente grandes empresas y a arrostrar los peligros. Dice Aristóteles: Quien tolera y sabe temer lo que debe temer y tolerar, se manifiesta por una causa justa, de la forma y en el momento apropiado y sabe asimismo tener una racional seguridad en todas estas condiciones es una persona de valor.

El valor y el gobierno se complementan. Quien tiene el valor para gobernarse a sí mismo es apto para gobernar el mundo entero.

En el Mandala de las Emociones el valor pertenece a la familia de las virtudes.

El buen ejercicio de la virtud nos lleva a la felicidad, el mal ejercicio de la virtud a la pérdida de la felicidad. Esto depende del modo, la ocasión y la duración de la emoción.

Cuando el valor lleva a la felicidad:

El valor se manifiesta en los casos en que es necesario defenderse con ardor y en los que la muerte puede ser honrosa.

El sabio teme, y el necio se atreve.

Tener ideas no basta; realizarlas es más importante, pero para ello hace falta valor.

Para los hombres de coraje se han hecho las empresas.

Algunas veces incluso vivir es un acto de coraje.

El verdadero valor consiste en saber sufrir.

El valor es el punto intermedio entre la cobardía y la impetuosidad irreflexiva.

No encares este mundo con temor y rechazo. Afronta con valor todo lo que los dioses te ofrecen.

Nadie es tan valiente que no se ve perturbado por algo inesperado.

En la batalla son los cobardes los que corren el mayor riesgo; la valentía es una muralla de defensa.

El valor consiste en saber elegir el mal menor, por horrible que sea.

Tenga el valor de vivir grandes emociones profundamente para crear un carácter alto y verdadero.

Tenemos que vivir con las decisiones que tomamos...En eso consiste la valentía.

El valor es hijo de la prudencia, no de la temeridad.

Ser valiente es tener miedo pero encontrar un camino a través de él.

Quienes son cobardes mueren muchas veces. Quienes son valientes sólo una.

El valiente mira al peligro, el temerario lo busca, el loco no lo puede ver.

Debes tener ante todo el valor de ser tu mismo.

Ser valiente no quiere decir que debas buscar problemas.

Un hombre valiente reconoce la fuerza de los demás.

Vivir como hombres valientes y si la suerte es adversa, hacer frente a sus golpes con corazones valientes.

La fortuna siempre favorece a los valientes y nunca ayuda a quien no se ayuda a sí mismo.

El éxito no es definitivo, el fracaso no es fatal: es el valor para continuar lo que cuenta.

El peligro brilla como el sol en los ojos de un hombre valiente.

La valentía es contagiosa. Cuando una persona valiente toma una posición.

Se requiere valentía para hacer algo que nadie más a tu alrededor está haciendo.

Una mente valiente siempre es inexpugnable.

Perdonar es el valor de los valientes. Solamente aquel que es bastante fuerte para perdonar una ofensa, sabe amar.

Se necesita una gran valentía para defender a nuestros amigos y para hacer frente a nuestros enemigos.

La discreción es la mejor parte del valor.

Cuando el valor lleva a la infelicidad:

Admirar el valor no te hace un verdadero héroe.

La cobardía te ha atacado el alma; la cual estorba al hombre muchas veces, y de empresas honradas le desvía.

Los que defienden mucho su pellejo triunfan en raras ocasiones.

No puede descubrir nuevos océanos al menos que tenga el coraje de perder de vista la costa.

La esclavitud es la sujeción de un espíritu débil y cobarde que no es dueño de su voluntad.

Pocos pusilánimes hay que conozcan siempre todo su temor.

Los cobardes son crueles, el amor y la misericordia sólo acompañan al valiente.

Los cobardes y ruines, miran demasiado los fines.

El odio es la venganza del cobarde.

No es fácil dejar de amar. El amor es una enfermedad llena de indignidad y cobardía.

La bravura de que muchos hacen alarde, es un cálculo sobre el miedo que domina a sus adversarios.

Los cobardes son los que se esconden bajo las normas.

El verdadero héroe combate y muere en nombre de su destino, no en nombre de una creencia.

Ser valiente no quiere decir que debas buscar problemas.

A veces somos firmes por ser débiles, y audaces por cobardía.

Es sencillo ser valiente desde una distancia segura.

La valentía que no se funda sobre la base de la prudencia se llama temeridad,y las hazañas del temerario más se atribuyen a la buena fortuna que a su ánimo.

La opulencia tiene su miseria: es cobarde y se apega a la vida.

Ser valiente no quiere decir que debas buscar problemas.

El cobarde es león en su casa, y liebre en la plaza.

Quien es valiente de palabra, es muy ligero de pies.

En mar calmado todos somos capitanes.

Quien es valiente puede que no viva para siempre, pero quien es cauto no vive en absoluto.

Las frases de este artículo se encuentran distribuidas a lo largo del Oráculo del Alma.

Autor: Adrián Casasnovas ©