esperanza

Esperanza

La esperanza es un estado de ánimo optimista en el cual se nos presenta posible lo que deseamos.Según Aristóteles, la esperanza es como el ensueño de un hombre despierto.

En el Mandala de las Emociones la esperanza pertenece a la familia de los deseos. La esperanza y el apego son dos hermanos con caminos antagónicos en cuanto a los objetivos personales. La esperanza proyecta, el apego, introyecta. La contracara de la esperanza es el esfuerzo. En este caso el esfuerzo se origina por la acumulación de la esperanza. La ilusión no dura siempre. Nadie tiene tanta magia.

Las emociones se encuentran en equilibrio o no. Esto depende del modo, la ocasión y la duración de la emoción. La esperanza cuando es equilibrada lleva al éxito, pero, cuando es excesiva o deficiente, lleva al fracaso.

Cuando la esperanza es excesiva:

Sujetar nuestras esperanzas desbocadas y nuestro espíritu abocado al futuro.

Ya harto de esperar te exasperas.

La esperanza es gran falsificadora de la verdad: corríjala la cordura.

Estamos dispuestos a creer aquello que puede colmar nuestras expectativas.

A veces el optimismo se transforma en la manía de sustentar que todo está bien cuando está uno muy mal.

Quien vive de esperanzas corre el riesgo de morirse de hambre.

Una esperanza, a veces, debilita las conciencias como un vicio.

Desprenderse de una realidad no es nada: lo heroico es desprenderse de un sueño.

Cuando la esperanza es deficiente:

Una esperanza reaviva otra esperanza; una ambición, otra ambición.

El optimista cree en los demás y el pesimista sólo cree en sí mismo.

No andes por allí con la cara larga, esperanzado en que suceda algo malo.

No importa dónde estés ahora en la vida, nunca deberías pensar que todo está perdido.

Una esperanza reaviva otra esperanza; una ambición, otra ambición.

Basta la más pequeña partícula de esperanza para engendrar un gran amor.

Las expectativas eran como la porcelana fina. Cuanto más fuerte te agarrabas a ellas, más probable era que se rompiesen.

Un barco no debería navegar con una sola ancla, ni la vida con una sola esperanza.

La más grande infelicidad es cuando ya nada queda que esperar.

Cuando la esperanza es equilibrada:

Tengo menos de lo que esperaba; pero tal vez esperaba más de lo que debía esperar.

Los optimistas consideran que los fracasos se deben a algo que puede cambiarse y, así, en la siguiente ocasión pueden llegar a triunfar.

Es justamente la posibilidad de realizar un sueño lo que hace que la vida sea interesante .

Somos pesimistas por naturaleza, y creemos que lo sucedido volverá a suceder. Tal vez ésa sea la definición de un optimista: alguien que niega el poder del pasado.

Esperar lo mejor. No habría progreso si pensamos que el vaso está medio vacío y tememos lo peor.

Pondera la esperanza y el temor, y, siempre que la decisión sea del todo dudosa, decídete en tu favor.

La expectativa es una poderosa fuerza de atracción.

Cuando brotan esperanzas, el corazón se aprovecha y empieza a actuar por su cuenta.

La expresión de los rostros de quienes saben que el futuro se abre ante ellos es muy hermosa.

Haz de tu vida un sueño, y de tu sueño una realidad.

El futuro siempre se las arregla para ser diferente de lo que esperamos.

El optimismo es la fe que conduce al logro; nada puede realizarse sin esperanza.

Soy optimista porque creo que las propuestas, la creación y las ideas existen y tienen poder.

El optimismo es una filosofía basada en la creencia de que, básicamente, la vida es buena, que, a la larga, lo bueno en la vida sera más que lo malo.

El optimismo -al igual que la esperanza- significa tener una fuerte expectativa de que, en general, las cosas irán bien a pesar de los contratiempos y de las frustraciones.

Uno busca lleno de esperanzas el camino que los sueños prometieron a sus ansias.

Las frases de este artículo se encuentran distribuidas a lo largo del Oráculo del Alma.

Autor: Adrián Casasnovas ©