plenitud

Plenitud

La plenitud es el estado de una cosa o persona que ha alcanzado su momento de máxima perfección o desarrollo. Ser en plenitud es vivir como un cuerpo-alma. Libre es quien no encuentra impedimentos cuando se mueve. El cielo y la tierra acompañan en los actos que surgen de su ser pleno.

El complemento de la plenitud es la realizacion. La realización consiste en el desarrollo del potencial del propio individuo. Realizarse a sí mismo es plasmar en el mundo nuestros talentos, dones y capacidades.

En el Mandala de las Emociones la plenitud pertenece a la familia de las virtudes.

El buen ejercicio de la virtud nos lleva a la felicidad, el mal ejercicio de la virtud a la pérdida de la felicidad. Esto depende del modo, la ocasión y la duración de la emoción.

Cuando la plenitud lleva a la felicidad:

La única manera de vivir a plenitud es asumir lo que somos, independientemente de lo que los demás hagan.

La libertad no es poder elegir entre unas pocas opciones impuestas, sino tener el control de tu propia vida.

La libertad es como la vida, sólo la merece quien sabe conquistarla.

La libertad no es la ausencia de compromisos, es dejar de hacer lo que uno no quiere.

He aquí los ingredientes del éxito en todo su esplendor: pasión, talento y esfuerzo.

La verdadera libertad es un acto puramente interior, como la verdadera soledad.

Es libre aquel a quien todo le sucede según su albedrío y a quien nadie puede poner trabas.

La libertad, ese bien que hace gozar de los demás bienes.

La libertad consiste en poder hacer lo que se debe hacer.

Libertad significa responsabilidad; por eso le tiene tanto miedo la mayoría.

Bienaventurado es aquél que sabe vivir plenamente su fugitivo instante.

Mantén siempre tu cuerpo lleno de luz y calor. Llénate a ti mismo con el poder de la sabiduría y la iluminación.

Hay bellezas que uno tarda en descifrar su esplendor, pero cuando aparece, es más hermosa que la misma belleza.

Mientras seas creador puedes considerarte en plenitud.

Nada es más libre que la imaginación humana.

La alegría expresa la experiencia del ser en plenitud.

El hombre se supera a sí mismo infinitamente porque siempre está en camino hacia la plenitud infinita.

La libertad artística se ve en la obra.

Hay un cierto entusiasmo en la libertad, que hace subir la naturaleza humana por encima de sí misma en actos de valentía y heroísmo.

La libertad es la madre de todos los bienes cuando va acompañada de la justicia.

Si somos plenamente bondadosos, no habrá cadenas hechas por el hombre con fuerza suficiente para destruir el bien.

La verdadera amistad nace del respeto a la libertad del otro.

El comienzo contiene siempre la plenitud no abierta de lo prodigioso.

Es libre es quien no teme ir hasta el final de su pensamiento.

Cuando la plenitud lleva a la infelicidad:

Tu libertad terminó el día que aceptaste las ideas de otro como tuyas.

No siempre las personas virtuosas logran la plenitud. Los mezquinos nunca la logran.

Sólo unos pocos prefieren la libertad; la mayoría no busca más que buenos amos.

Algunos se imaginan ser libres y no ven las ataduras que los aprisionan.

A eso que algunos llaman libertad, otros llaman licencia.

El buen uso de la libertad se llama virtud, y su mal uso, vicio.

Si un individuo es pasivo intelectualmente, no conseguirá ser libre moralmente.

Caída libre. Es en momentos como este cuando la gente comete locuras.

La libertad es un salto al vacío, un breve espacio de tiempo en el que, harto de las viejas cadenas, busca otras nuevas.

Sentirse prisionero de una situación provoca inquietud.

Las posesiones se convierten en las paredes de tu prisión.

Las frases de este artículo se encuentran distribuidas a lo largo del Oráculo del Alma.

Autor: Adrián Casasnovas ©