expresar

Expresar

La capacidad de expresar los propios sentimientos constituye una habilidad social fundamental. Como observó Charles Darwin, ya desde el nacimiento estamos preparados para comunicarnos mediante algunos gestos como la risa, el llanto, el extrañamiento. Expresar: manifestar con palabras, miradas o gestos lo que se quiere dar a entender. Como nos expresamos define nuestra personalidad. En psicología, el término “personalidad” se define como una organización de emociones, cogniciones y conductas que determinan los patrones de comportamiento de una persona. En la formación de la personalidad intervienen tanto la base biológica (temperamento) como las influencias ambientales (carácter).

En el Mandala de las Emociones el complemento del expresar es el imitar. En el alma bienestar y malestar están relacionados con las sensaciones del cuerpo.

Cuando el expresar lleva al bienestar:

El arte de vivir consiste en conservar nuestra personalidad sin que la sociedad nos incomode.

No importa quién seas, qué hayas hecho, de donde provengas, siempre puedes hacer un cambio siendo una mejor versión de tí mismo.

La primera impresión es la que cuenta.

Son nuestras elecciones las que muestran lo que somos.

La personalidad nos dice lo que una persona hará cuando se encuentre en una situación determinada.

La vida no se puede soportar de otra manera que sabiendo que nos conformamos con lo que significamos para nosotros mismos y para el mundo.

Las palabras son débiles cuando los ojos y los gestos se expresan.

Nadie observa con más agudeza que quien desea ser querido. Hay momentos en que los deseos nos muestran lo que somos.

El matiz es lo que al final constituye tu propia personalidad... lo singular, aquello que sólo es tuyo y en lo que no te repites ni compartes con nadie.

Necesito los pequeños detalles, son el reflejo de cada uno de nosotros. Es lo que echo de menos constantemente. Por eso no se puede reemplazar a nadie, porque todos estamos hechos de pequeños y preciosos detalles.

Cuando quien aparentas ser es quien eres realmente, es cuando eres libre de verdad.

La manera como nos comunicamos con los demás y con nosotros mismos en última instancia determina la calidad de nuestra vida.

Nos construimos a nosotros mismos a partir de nuestra historia.

Tener un enemigo es importante no solo para definir nuestra identidad, sino también para procurarnos un obstáculo con respecto al cual medir nuestro sistema de valores y mostrar, al encararlo, nuestro valor.

Los amigos desarrollan en nosotros nuestras virtudes potenciales.

Cuando el expresar lleva al malestar:

Cada persona contiene varias personas en su interior, y la mayoría de nosotros saltamos de uno a otro sin saber jamás quiénes somos.

No reniegues de ningún recuerdo de tu pasado. Lo que viviste se expresa en como eres.

Con el hecho de no comunicar ya estás comunicando.

Codicioso: que tiene o muestra deseo excesivo de bienes o riquezas.

Avaro: Quien ansía poseer muchas riquezas por el solo placer de atesorarlas sin compartirlas con nadie.

No dejes que sea otra gente la que decida quién eres tú.

No hay nada de malo en tener miedo, pero no permitas que eso cambie tu forma de ser.

Desde una actitud defensiva u hostil es muy difícil comunicar: hay que desprenderse de miedos y adoptar un enfoque abierto al diálogo.

Perder el tiempo soñando con la persona que uno quisiera ser es desperdiciar la persona que uno es.

Andas de capa caída por culpa del amor.

El ser humano parece tener más carácter cuando sigue su temperamento que cuando sigue sus principios.

La fuerza de la personalidad con frecuencia no es más que debilidad de sentimientos.

Hay que aprender a manifestar los desacuerdos.

Nuestra personalidad está influenciada por aquello en lo que creemos, aún sin darnos cuenta.

A veces las palabras pueden ser peligrosas, nos toman la delantera y dicen más de lo que en un principio pretendíamos expresar.

Las frases de este artículo se encuentran distribuidas a lo largo del Oráculo del Alma.

Autor: Adrián Casasnovas ©