júbilo

Júbilo

Quien busca ser feliz sólo ejecuta actos virtuosos. Dice Aristóteles: la felicidad es al mismo tiempo lo mejor, más hermoso y más dulce que existe. Todos estos beneficios se encuentran en las buenas acciones, en las mejores acciones del hombre, y la amalgama de estos actos que es el acto único que denominamos felicidad.

El complemento del júbilo es la paz. La paz es la virtud que pone en el ánimo tranquilidad y sosiego.

En el Mandala de las Emociones el júbilo pertenece a la familia de las virtudes.

El buen ejercicio de la virtud nos lleva a la felicidad, el mal ejercicio de la virtud a la pérdida de la felicidad. Esto depende del modo, la ocasión y la duración de la emoción.

Cuando el júbilo lleva a la felicidad:

Hay que simpatizar siempre con la alegría de la vida, cuanto menos se hable de las llagas de la vida, mejor.

El peso que se soporta y lleva con alegría se hace ligero.

Es feliz quien nada retiene para sí.

Las pasiones se purifican cuando provienen de una alegría inocente y pura.

La ironía es el júbilo y la alegría de la sabiduría.

Las más excelsas, las más variadas y duraderas alegrías son las espirituales.

La verdadera alegría nace en la buena conciencia.

Un espíritu alegre es apto para el gobierno del mundo.

Dichoso es el que no lo parece a los otros, sino a sí.

La alegría no es el éxtasis momentáneo, sino el resplandor que acompaña al ser en sus actos.

Para el investigador no existe alegría comparable a la de un descubrimiento, por pequeño que sea.

El estado de libertad es una situación de paz, de comodidad y de alegría.

Cuando eres total en algo, hay celebración.

La alegría de ver y entender es el más perfecto don de la naturaleza.

Procura que donde estés haya ese buen humor, esa alegría, que es fruto de la vida interior.

La gente buena, si se piensa un poco en ello, ha sido siempre gente alegre.

Todo llega a esto: la forma más fácil de ser feliz es hacer el bien.

Compartamos nuestras similitudes, celebremos nuestras diferencias.

La prueba más clara de la sabiduría es una alegría continua.

El que sabe contentarse con lo que tiene siempre estará feliz.

El buen humor es, en la mayoría de las personas alegres, el feliz y satisfactorio resultado de una tenaz disciplina.

Cuando el júbilo lleva a la infelicidad:

¿A qué fingir el labio risas que se desmienten en los ojos? Vuestra alegría es vuestra tristeza sin máscara.

Causas del sufrimiento, y de la infelicidad resultante: desconocer nuestra identidad auténtica.

Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras ambicionan la gran felicidad.

La avaricia, sin duda, es uno de los signos más auténticos de la infelicidad profunda.

El que se encadena a una alegría, destruye una vida libre.

Sólo tienes una vida, no la desperdicies siendo infeliz para complacer a alguien más.

No tienes por qué creer que la felicidad de los unos debe basarse en la desdicha de otros.

La misma esperanza deja de ser felicidad cuando va acompañada de la impaciencia.

El medio más seguro de no llegar a ser muy infeliz es no pretender ser muy feliz.

Cuando el trabajo es un placer, la vida es una alegría. Cuando el trabajo es muy pesado, la vida es una esclavitud.

Cómo vas a ser feliz jamás si no dejas de compadecerte.

Las frases de este artículo se encuentran distribuidas a lo largo del Oráculo del Alma.

Autor: Adrián Casasnovas ©