Cuando escuchas la señal de alarma te preparas para actuar. Tenemos que permanecer alerta para estar a la altura del reto; la inquietud, la vigilancia constante, la disposición a la defensa.

En el Mandala de las Emociones la agitación pertenece a la familia de las pasiones. La agitación y la detención son dos hermanas con caminos antagónicos en cuanto a la resolución de la incertidumbre. La contracara de la agitación es la creencia. En este caso la creencia se origina por el exceso de agitación que conduce a la fe.

Las emociones se encuentran en equilibrio o no. Esto depende del modo, la ocasión y la duración de la emoción. La agitación cuando es equilibrada lleva al éxito, pero, cuando es excesiva o deficiente, lleva al fracaso.

Pagamos un precio por todo cuanto conseguimos y, aunque vale la pena tener ambiciones, éstas no se alcanzan con facilidad, sino que exigen su precio en ansiedad.

El avaro experimenta a la vez todas las preocupaciones del rico y todas las penalidades del pobre.

La mayoría de nuestros problemas tienen su origen en el apego a cosas que erróneamente creemos permanentes.

El alma que se inquieta demasiado por el porvenir es grandemente desgraciada.

Es menos malo agitarse en la duda que descansar en el error.

No lleves nunca a cuestas más de un tipo de problema a la vez. Hay quienes cargan con tres: los que tuvieron, los que ahora tienen, y los que esperan tener.

Lo que inquieta no son las cosas, sino las opiniones acerca de las cosas.

El peso de la ansiedad es mayor que el del mal que la provoca.

Las exigencias sobre uno mismo, sobre los demás y sobre el mundo están en la base de la vulnerabilidad emocional; son la verdadera piedra fundacional del neuroticismo.

Hay quien hace una montaña, de un grano de arena.

El problema de la defensa es qué tan lejos puede ir sin destruir desde dentro de lo que usted está tratando de defender desde fuera.

Algún dinero evita preocupaciones; mucho, las atrae.

He llegado a descubrir que todas sus desgracias les vienen a los hombres de sola una cosa: de no saber estarse tranquilos en su habitación.

El conflicto nacido de actitudes incompatibles constituye el núcleo de la neurosis.

A veces te quedas tan atrapado en tus propios problemas que no te das cuenta de otros problemas.

Una mente alterada provoca una almohada inquieta.

El olvido es un mecanismo de defensa, un velo que empleamos para cubrir lo que nos duele.

Cada vez que estés inquieto, trata de identificar el temor que está debajo de la inquietud.

Si tu espíritu se inquieta, es porque tu conciencia te acusa.

Cuando uno se quiere, se respeta, se sabe defender. No se deja pisotear. Cuando uno no se quiere, deja que cualquiera entre en su vida y le pisotee.

El amor podía desarmar las defensas de cualquiera.

En las relaciones entre individuos, el uso de la fuerza solamente es legítimo cuando se trata de legítima defensa.

Cuando la gente desea tan desesperadamente una cosa, esa misma ansia les hace creer en cualquier cosa que pueda proporcionársela.

La preocupación nos debe conducir a la acción, no a una depresión.

La defensa es para tiempos de escasez, el ataque para tiempos de abundancia.

A veces la mejor defensa es el ataque.

Los caminos del encuentro son imprevisibles y es menester andar alerta para no descuidarse en las encrucijadas.

Sólo existe una forma de felicidad, que es dejar de preocuparnos por aquellas cosas que estén más allá del poder de nuestro deseo.

Y en la medida en que estemos motivados por el entusiasmo y el gusto en lo que hacemos –o incluso por un grado óptimo de ansiedad– se convierten en excelentes estímulos para el logro.

No anticipéis las tribulaciones ni temáis lo que seguramente no os puede suceder. Vivid siempre en un ambiente de optimismo.

Es una defensa importante contra las inquietudes, el sentido del humor.

Respeto a los hombres no por las batallas que hayan podido ganar sino por las causas que defienden.

Una preocupación es como un sentido nuevo que se abre en nuestro espíritu y que nos permite percibir mil cosas.

Defender la libertad o el derecho del individuo es un valor positivo.

Hay momentos en que toda la ansiedad y el esfuerzo acumulados se sosiegan en la infinita indolencia y reposo de la naturaleza.

Encuentra un lugar de calma dentro de ti y deja que las preocupaciones del mundo te atraviesen sin arrastrarte.

Estar preocupado es ser inteligente, aunque de un modo pasivo. Sólo los tontos carecen de preocupaciones.

Por eso le ha sido dada al hombre la razón: para librarse de lo que le inquieta.

La vida es como un viaje por la mar: hay días de calma y días de borrasca; lo importante es ser un buen capitán de nuestro barco.

El que lucha contra nosotros nos refuerza los nervios y perfecciona nuestra habilidad.

La preocupación es un juicio que espera las pruebas.

Comienza a manifestarse la madurez cuando sentimos que nuestra preocupación es mayor por los demás que por nosotros mismos.

Nadie te defiende mejor que un amigo. En tiempos de alarma, procura alianzas.

Preocuparse es la forma correcta de ver la vida. La vida es preocupante.

Las frases de este artículo se encuentran distribuidas a lo largo del Oráculo del Alma.